Quizás esto ya lo sabes, pero la apicultura es el arte relacionado con la crianza, la reproducción, el estudio de las abejas y sus diferentes tipos, teniendo como objetivo la proliferación de la especie y la recolección de la miel. El origen de esta actividad se remonta al 8000 a.C, por lo que podemos ver que es una de las primeras actividades realizadas por el ser humano en sus tiempos primitivos como cazador y recolector, valiéndose de esta actividad para obtener grandes nutrientes en su dieta para sobrevivir. Pero, con respecto a la apicultura, ¿cómo empezar?
Arqueólogos han encontrado en varias pinturas rupestres a lo largo del mundo, evidencias de esta práctica en la antigüedad, demostrando así la coexistencia y dependencia del ser humano a las abejas y su labor productiva del dulce néctar que tanto disfrutamos en nuestros alimentos. Los expertos creen que el proceso de adiestramiento y control de las abejas inició aproximadamente en el período neolítico desde el 6000 A.C hasta el 3000 A.C
A menudo como seres humanos consumidos en un ritmo acelerado de vida, no sabemos darle la importancia que se merece a los pequeños detalles que hay en ella. Uno de estos pequeños detalles son las abejas, las principales responsables de que nuestros cultivos, flores y demás masas vegetales existan, ya que por medio de la polinización es que existe la reproducción entre especies de plantas lo cual diversifica el producto consumido y trabajado por el ser humano.
La miel, como producto comestible, es de lejos el comestible más duradero de la historia. Además de sus múltiples beneficios para la salud y sus diversas funciones (que mencionaremos más adelante), la miel logra romper las barreras del tiempo siendo consumible con años de diferencia entre una ingesta y otra. Algunos arqueólogos que exploraban las ruinas del antiguo Egipto encontraron vasijas con miel dentro de ellas, la cual, luego de estudios, se dio a entender que aún era apta para consumo humano.
Y, si hablamos de estos animales, tenemos que mencionar la importancia de la apitoxina. Este es el veneno que las abejas obreras emplean para su defensa personal y para la defensa de su colmena. Dicho componente puede ser utilizado como analgésico para aliviar trastornos de dolor en el cuerpo, específicamente en las articulaciones. A su vez, puede ser empleado como antídoto para las personas que sufren de alergia a las picaduras de abeja. Más que un pasatiempo, la apicultura, ¿cómo empezar? es una de las actividades que más ayudan y salvan vidas a lo largo del planeta, por lo que no es de extrañar que muchas personas quieran aprender sobre este oficio.
Siendo este un arte agrario como la jardinería, no es de extrañar que tenga un arduo proceso de aprendizaje e instrucciones muy específicas al momento de realizarse. Hay que recordar que no se está trabajando con ganado de ninguna clase, se está trabajando con insectos que a lo largo del año pueden matar a cientos de personas a causa de la imprudencia.
Ahora, apicultura, ¿cómo empezar? La mejor forma de iniciar en esta hermosa labor es por medio de la práctica y de la guía de un experto en la materia de abejas. Bajo la enseñanza de esta persona, nuestro objetivo es aprender primeramente la teoría de la crianza, reproducción y mantenimiento de las colmenas, al igual que su control y sus conductas, para luego empezar a manejarlas.
Cabe recalcar que la apicultura es una disciplina que ha sido traspasada de generación en generación por los padres a sus hijos, los cuales, la mayoría del tiempo aprendieron solo observando. Sin embargo, también existen cursos académicos para el aprendizaje de esta actividad.
Al ser un recurso tan valioso, la miel y su producción, tanto de manera artesanal como de manera industrial, tiende a ser sumamente cotizada en los mercados por los múltiples usos y su versatilidad de empleo en muchísimos productos para el consumo humano.
Una colmena tarda aproximadamente de 6 meses a 1 año en producir buena miel. Los apicultores dicen que durante el primer año el proceso de adecuación de las abejas en su colmena es crucial para la producción del néctar. También indican que los factores climáticos influyen de gran manera en la producción de miel, por lo que recomiendan que estos procesos se lleven a cabo en ambientes cálidos y ausentes de invierno o de temperaturas muy bajas, los cuales son ideales para la producción de miel.
Como dato extra, la apicultura, por su dificultad y su arduo trabajo, es una labor sumamente respetada y muy bien remunerada, así que no es una mala idea aprender mucho más sobre esta labor de la mano de verdaderos expertos del tema. Es así como queremos invitarte a ingresar en Euroinnova, la Escuela de Negocios especializada en la enseñanza online donde aprenderás todo sobre apicultura, ¿cómo empezar? ¿qué es? Y todo lo que necesitas para destacar en este campo profesional.
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